Crónica Cultos y Quinto sábado, "Pan y Peces" por Andrés Pérez.

Queridos Hermanos: vuestro hermanito Andrés Pérez Mendoza os pretende relatar desde una doble vertiente, como hermano del grupo “El Ancla” y como Secretario de la Cofradía de “La Columna” (le pueden poner todos los nombres que quieran pero siempre va a ser la Columna) el vivir tan intenso y gratificante que me supuso el fin de semana de los cultos de este año 2013, del 8 al 10 de Marzo.

En primer lugar quiero hacer una reseña, que si bien no la viví pero considero oportuno nombrarla como inicio, pues el Jueves día 7 después del ejercicio de Triduo numerosos hermanos se tomaron unas tapitas en nuestro cuartel de calle Sol 39 y el ambiente según me dijeron fue muy bueno y agradable. Dicho esta.

Paso ya en primera persona a relataros mi experiencia de estos 3 días. El viernes llegue a la Puente con el tiempo justo, me cambié rápido y del brazo de mi señora nos enfilamos calle Aguilar abajo para la Vera Cruz. Llegamos y fueron varios los hº que me saludaron, encabezados por el Cofrade Mayor hº Gonzalo Galisteo que como todos sabemos renovó su mandato por 4 años mas el pasado mes de Septiembre. 
Una vez dentro de la ermita me encuentro el altar mayor muy bien engalanado como suele ser habitual; en esta ocasión el Santísimo Cristo de la Sangre no presidia el altar, pues se encontraba montado en parihuelas a la izquierda visto desde abajo y después desvelaré a que se debía esto. Me senté en primera fila como el rigor del cargo exige y un poco escéptico me dispuse a escuchar la palabra de Dios en boca del consiliario de la Cofradía y arcipreste de la Villa, padre José Joaquín Cobos o como todos lo conocemos JJ. Palabras llenas de experiencia como en el suele ser habitual y terminada la misa y el Triduo, bien acompañados por la Schola Cantorum, se tenía programado sacar en Vía Crucis al Cristo de la Sangre, de ahí que estuviera como dije antes, pues así lo acordó la Cofradía repetir cada 5 años tras el buen sabor de boca que dejó el año del 450 Aniversario. Como en estos casos ocurre estamos a disposición del amigo Maldonado y sus nubes, que no nos dejaron lucirnos por las calles de Puente Genil por el líquido elemento. Aun así el Vía Crucis lo hicimos dentro de la ermita, en boca del hº Rafa “misa” con sus 14 estaciones, tengo que decir por lo que escuché después que resulto un poco tedioso, pero había que hacerlo y ahí queda para la historia de la Cofradía.

En el itinerario que no hicimos estaba previsto inaugurar un mosaico-azulejo que la Cofradía a instancias del hº Juan Ortega ha colocado en la Plaza de Lara del antiquísimo cuadro de los Flagelantes, en la fachada de “Los Apóstoles”. Quien si no que el hº Kiko con sus buenas manos fue el encargado de colocarlo, con su cortinilla y todo que no resistió los rigores del mal tiempo y fue abatida.

Tras el Vía Crucis nos fuimos al grupo “Las Negaciones” con nuestras señoras y la barriga vacía y nos zampamos unos cuantos dulces, copitas de anís y algún que otro vaso de chocolate que con el fresquito se agradecía.

Después de un rato de charla me retiré acompañado del hº Manolo Hurtado Baena, el padre, y las señoras. No había estado nada mal para ser el primer día que asistía, empañado por no haber podido salir el Cristo pero es que estas cosas son así.

El sábado al mediodía acudí al quiosco del Cofrade para que me diera las instrucciones del protocolo del Domingo y me juró y perjuró que nada más que cerrara se iba a su casa a descansar. Luego y por estas cosas que tiene la tecnología lo vi en una foto tomándose una cervecita en Eugenio. Sin comentarios…

Sábado a la tarde, vaya tarde mas mala se presentó y después de asistir al espectáculo “la Pasión según Andalucía” de Cantores de Híspalis me fui para la Iglesia a eso de las 8, pues este día se adelantaba el horario media hora por el tema de los grupos y no acabar muy tarde.

Llegué y había pocos hermanos, entre ellos el vocal de cultos Pepe Dorado que preocupado por la lectura del día sugirió que quien mejor para leer que el Secretario. Antes de empezar la misa me subí al altar como pude y me leí unas 20 veces en 5 minutos el Evangelio, para darle la entonación, el ritmo y la pausa que requiere. El hº Pepillo Torres quiso inmortalizar el momento y se subió conmigo para que el hº Luis Melgar nos retratara juntos. Que personaje!!

El salmo responsorial se lo deje al vocal de Evangelización, hº Diego Márquez.

Una vez leído el Evangelio el padre José Joaquín nos instruyó en la homilía con la parábola del hijo prodigo, una de mis preferidas por su sentido y significación.

Durante toda la misa los nudos se venían continuamente a mi garganta y casi no me dejaban respirar y es que la intención del culto iba dedicada entre otros a mi padre Andrés Pérez González que tanto añoro y echo de menos. Desde estas líneas mando el abrazo mas fuerte al mejor padre del mundo, que tu hijo nunca deja de recordarte y cada día que pasa te tiene más presente.

Al término saludé a mis primos Pérez, que me recordaron que no había asistido al mediodía a la comida de bastoneros de mi querida Cofradía del Lavatorio, a mi hermana Montse, a mi Esperanza y me fui a mi grupo.

Llegué un poco tarde a eso de las 10 y la mesa estaba bastante llena; ocupe uno de sus  extremos al lado de mi hermanito Luife, el decano de la Corporación, todo un emblema para nosotros y comencé a probar las tapitas y el fino oloroso; teníamos un buen número de invitados entre los que cabe destacar al Alcalde del Excmo. Ayuntamiento de Puente Genil, Esteban Morales que como dijo el Presidente iba al grupo no como alcalde sino como un hermano mas a pasar un sábado de romanos en el Ancla.

Tampoco puedo dejar pasar a mi querido hermanito Rafa Navas Jr. que le tengo un gran cariño por el tiempo que lo llevo conociendo y que estoy viendo que se esta forjando un gran manantero en él, como no podía ser de otra forma porque tiene buena escuela. El resto de invitados la verdad sea dicha no los había visto nunca y menos mal que no estaba “morao” sino me hubiese pasado lo que me paso cuando vi por primera vez al antiguo hº Antonio Baena que de mis labios brotaron unas sabias palabras que a todos nos reconfortaron: ¿este tío quien c. es?

La mesa nos la estaban sirviendo con maestría los hermanos Luis Melgar y José Márquez “Chiqui” y llegado el momento el Presidente nombró al jefe de ruta, un hermano que no deja indiferente a nadie, Antonio Ángel González. Sobre las 10:30 nos invitó a levantarnos de la mesa para comenzar nuestro particular “Calvario”. Una vez de pie fui saludando a los hermanos que anteriormente al llegar tarde no me había dado lugar. Me dió mucha alegría ver al hº Manolo Rodríguez que hacía bastante tiempo que no nos veíamos.

Cogimos los arquipeles y nos fuimos a la calle. Muy justitos llegamos a la Vera Cruz para ver pasar a los romanos. Seguimos una tras otra las paradas hasta la “nuestra” que no es otra que la puerta de los Dolores, la que mas rato pasamos, mas hermanos se acercan, mas cantamos, mas bebemos y mas todo.

El hº Antonio seguía impartiendo lecciones de venenciador en esto de echar vino pero como el trabajo se le acumulaba quise echarle una mano. Cogí una botella de Moriles y un vasito y me puse a regar a los hermanos. Que buen rato en las cumbres del Calvario, el oloroso ya estaba cumpliendo su función y el amor fraterno estaba a flor de piel. Llegado el momento el hº Antonio nos aleccionó para volver a casa y despacito pero sin pausa cogimos la cuesta abajo. Bajé hasta el cocherón con mi hº y amigo Torres conversando que hacía tiempo que no hablábamos. El vino estaba dando los últimos coletazos y terminamos en el cuartel como no podía ser de otra forma. Segunda ronda de tapas, mas vino para el cuerpo y cada vez más a gusto. Empezó el turno de las intervenciones, como siempre el Presidente aprovecha la oportunidad y no te deja “escapar vivo”.

Habló su hijo que como bien dijo se siente como en su casa y otros invitados. La pata tuvo el honor de levantarla un hº ajeno a la Corporación, Esteban Morales que parece ser un hecho insólito que no había pasado antes. Sus sabias palabras como buen orador me embelesaron bastante y ensalzó las Corporaciones como mantenedoras de añejas tradiciones de este nuestro pueblo de Puente Genil.

Luego el recuerdo de la pata tuvo el honor de llevársela el hº Antonio Ángel González, que nos emocionó a todos con sus sentidas palabras refiriéndose a los momentos mágicos que se viven en la Corporación que merecen muy mucho la pena y que le hacen tener la sensación de estar flotando. Además terminó su intervención con el verso “Las Fiestas de la Puente” que no tengo ninguna duda que no hay nadie que lo haga mejor. Muy bien hermano.

Nada más terminar el postre y sin despedirme ni de mi sombra decidí retirarme a mi hogar donde me esperaba mi compañera y es que al día siguiente tenía una jornada larga por delante donde tenía que estar en condiciones.

Domingo eran las 10 de la mañana me puse en planta, me maqueé y me fui a la Iglesia. Se respiraba muy buen ambiente entre los hermanos pese al mal tiempo que hacía, la moral no decaía.

Función principal de Regla y comunión general en recuerdo de todos los hermanos que nos dejaron. Tengo que decir que el padre José Joaquín se esforzó mucho a pesar de su edad y nos regaló una homilía entrañable, haciéndonos participes de la obra del Señor y pidiéndonos ser mejores cristianos a través de nuestra Cofradía.

Terminada la Santa Misa nos encaminamos hacia el cuartel de “el Arca de Noé” al tradicional desayuno; al parecer estaba previsto inaugurar el azulejo que antes comenté pero tras esperar un rato, allí no apareció ni Perry Mason. Nos fuimos al Arca y nos zampamos unos cuantos dulces, rebanadas y chocolate calentito. Como no también había anís para endulzarnos la mañana.

Paso un ratito y como vi que había tiempo de sobra me quite del medio y fui a casa a relajarme unos minutos y saludar a mi señora que antes no me dio lugar. Media hora después volví a las andadas y me encontré con mis hermanitos del Ancla en el cruce de Vera Cruz con Santos. Tuvieron un dilema entre acompañar a sus señoras o no y yo les dije que ya eran mayorcitas y no se iban a perder. Unos las acompañaron y los demás nos fuimos a Antonio Rey a ir preparando el cuerpo. Un par de cervecitas y tras hablar un rato con el hº Frasquito Reina de la banda de música sacaron la campana y tocó fuerte para hacernos saber que había que irse.

Llegamos a la casa hermandad de la Santa Cena en calle Santos con el buen ambiente que he comentado presidia el día desde la mañana. Aquí ya los nervios me iban apretando las tuercas un poquito sabiendo que para lo que todos los hermanos era una comida para disfrutar yo tenía que estar a la altura.

Nos sentamos pasadas las 3:30, a mi izquierda el Presidente de la Agrupación de Cofradías hº Juan Miguel Granados y a mi derecha el hº Mayor del Señor hº Casto Quero. El Cofrade Mayor dió la bienvenida y buenas tardes y como en él suele ser habitual los agradecimientos, para pasarme los trastos de matar. Una a una fui sacando todas las intervenciones, sin olvidarme de mi Corporación (escasamente representada), siempre intentando no acaparar el protagonismo y no ser demasiado breve ni extenso. Decidí que el Presidente de la Agrupación rompiera el hielo como máximo representante del Organismo que nos dirige y a continuación el hº Casto Quero que el año pasado por circunstancias le jugaron los nervios una mala pasada fue a continuación para no quedar de los últimos. La tarde se iba alargando y habíamos pasado una velada muy agradable entre canticos, saetas, palabras de hermanos y autoridades y como no el buen vino de la tierra. Ya llevaba un buen rato que solo entraba en mi cuerpo agua y es que después tenía que volver a la tierra que me da trabajo conduciendo yo mismo. Pasadas las 6 de la tarde el Cofrade Mayor cerró la comida de hermandad de Pan y Peces y me fui despidiendo de los hermanos para encaminarme a casa y como he dicho antes volver a la localidad donde resido. Caminando, ya más tranquilo y con el fresquito dándome en la cara hacia balance de un fin de semana que no habrá sido mejor ni peor que otro sino único e irrepetible y como siempre comulgo hay que vivir cada uno como si fuera el único y tratar de pasarlo lo mejor posible con la compañía de tan buenos hermanos que tengo la suerte de que me rodeen.

Un fuerte abrazo de vuestro hermano Andrés Pérez Mendoza.