lunes, 18 de marzo de 2013

III Comida de hermandad con "El Ancla" por Rafael Navas Rodríguez.

De forma evidente, y sin ningún tipo de acuerdo oficial entre ambas corporaciones, llegaba el momento de celebrar por tercera ocasión la comida de hermandad entre las vecinas Conversión de Dimas y las Postrimerías del Hombre el sexto sábado de nuestra cuaresma, tal y como manda esta corta tradición que comienza en el año 2011. Esta vez nos trasladábamos al salón del Ancla, ya que cada año se encarga una corporación del almuerzo y otra de lo que tenga que llegar tras el mismo, y esta edición era el Ancla quien nos brindaba su mesa para tal evento.
Preparados desde las 11 de la mañana, puesto que teníamos la junta ordinaria del mes de Marzo, los hermanos de la Conversión llegamos muy puntualmente a nuestro destino, y eso que salimos no muy pronto de nuestra casa-cuartel, pero es lo que tiene tener que dirigirse a la casa de arriba…eso sí, después de haber hecho un previo muy competente en nuestro patio tomándonos la primera cervecita del día…la primera de todas las que quedaban, que no fueron pocas.  Al llegar continuamos tomando algo, esta vez de marca más sevillana que granadina...(Cruzcampo>Alhambra), tras lo que tomamos asiento y comenzamos a degustar los primeros entremeses, que nos prepararon para la gran paella que llegaría después de mano de nuestros queridos Dimas, y Muerte, y del gran cocinero Francisco Ruiz (Kiko), y todo el séquito de pinches que le ayudaban y que no tenían otro remedio que escuchar atentos sus temas relacionados con protocolos de la realeza española  acerca de la forma de saludar, entre otros.
Durante el transcurso de la comida fueron entonados lógicamente cuarteleras, cánticos mananteros y también palabras de algunos de los hermanos de ambas corporaciones, pudiendo recordar momentos del Regaito y de la pasada feria de 2012; nombrar también el momento en el que el presidente del Ancla hizo entrega de la Pata del Sexto Sábado de Pasión a nuestra corporación, algo que causó mucha emoción por parte de algunos hermanos que se descompusieron un poco…y no del picante de los platos de algunos, sino de la sorpresa.


Sin más, y tras los cafés y dulces (con y sin lactosa) degustados después de la paella, se dio por finalizado  de forma oficial este acto de hermandad y nos trasladamos automáticamente a la planta baja de nuestra casa-cuartel para tomar algunas copitas hasta acabar con las botellas, habiendo disfrutado de una intensa jornada de convivencia en la que por faltar, no faltaron ni sevillanas, regalos, emociones, abrazos ni nada de nada; hermanos sí, pero al estar en época de crisis, para una vez que se presenta una boda con su previa despedida de soltero…hay que aprovecharla, y más si es en tierras malagueñas.
Hermanos, a seguir así y espero que podamos celebrar  muchas más comidas entre ambas corporaciones, siempre y cuando ni trabajéis en el Mercadona ni os llaméis rosa, porque para tener dos vecinos iguales…¡¡Viva la Conversión de Dimas, las Postrimerías del hombre, y El Regaíto!!

Rafael Navas Rodríguez, La Conversión de Dimas

No hay comentarios:

Publicar un comentario