Nuestra Cofradía



Orígenes e historia de la Cofradía de la Columna.

Escudriñar en las páginas de historia de una Cofradía que tiene más de 450 años de antigüedad se hace harto complicado dado los avatares que ha podido tener en el transcurso del tiempo y hemos de valernos unas veces de citas bibliográficas o de archivos parroquiales y otras de transmisión oral, que en general se puede ver afectada por involuntarios alejamientos de la realidad.
Leyendo los “Apuntes históricos de la Villa de Puente Genil” de A. Pérez de Siles y A. Aguilar y Cano y el “Puente Genil monumental” de Jesús Rivas Carmona sabemos que la Iglesia de la Vera-Cruz se erige casi con toda probabilidad antes del año 1588 y que el 8 de mayo de 1565 se sabe de una libranza expedida por el comendador Jerónimo de la Lama a favor de Pedro García Afán, Hermano Mayor de la Vera-Cruz para la obra de dicha Cofradía.
Con este dato es difícil determinar pues el año fundacional de la Cofradía del Señor Amarrado a la Columna y Ntra. Sra. De la Vera-Cruz, aunque podemos fijarlo hacia mediados del siglo XVI, siendo de inspiración franciscana y la más antigua de Puente Genil junto a la del Dulce Nombre de Jesús.
Antiguamente se conoció a esta Cofradía con el titulo de Vera-Cruz, por radicar su sede en la ermita de igual nombre, cuyo altar mayor estaba ocupado por una cruz que es la que daba nombre a la ermita. Posteriormente pasó a llamarse Cofradía del Santísimo Cristo de la Sangre y Hermandad de los azotes en 1593, siendo Cofradía de penitencia y de “sangre”, ya que sus hermanos se aplicaban en las procesiones duras disciplinas flagelándose la espalda hasta que le brotaba sangre.
Su primer titular fue el Cristo de la Sangre, crucificado que hoy se venera en la Iglesia de la Vera-Cruz, siendo sustituido por otro que se denominó popularmente como el Cristo de los valientes. El primitivo pasó a venerarse en 1675 a la extinta Iglesia de la Caridad anexa al también extinguido Hospital de los Reyes.
Este Cristo es de hechura popular y cabe la posibilidad que su origen y técnica empleada en el mismo sea centroamericano y cuanto menos hay que pensar que fuera traído por alguien (posiblemente algún fraile franciscano).
Antiguamente la Cofradía la componían cuatro Hermandades, la Santa Cruz, la Santa Cena, Jesús Preso, el Señor de la Columna y la Virgen Dolorosa de la Vera-Cruz (no la actual), siendo la que nos ocupa la Cofradía matriz y las demás eran Hermandades vinculadas y anexas a la misma. Todos estos pasos, entonces de reducidas dimensiones y alguno, como Jesús Preso bajo palio, desaparecieron en los trágicos sucesos de 1936 y de ellos pudo salvarse la imagen del Señor Amarrado a la Columna, aunque para ello hubo que amputársele las piernas para ser protegido, según la versión oral que se transmite en la Cofradía. En el acervo cofrade-cultural de Puente Genil se conserva una saeta cuartelera que hace alusión a ello:

“Jueves Santo en la tarde
Salen de la Vera-Cruz
Jesús Preso, la Columna,
La Cena y la Santa Cruz”.

Los hermanos cofrades, como el Cofrade Mayor, Hermanos Mayores, etc, visten túnica y capillo morados con cordones amarillos. Los nazarenos que acompañan tanto al Señor como a la Virgen visten túnica y capillo blancos con bocamangas y cíngulos morados. De las Corporaciones que acompañan a esta señera Cofradía hay que señalar a La Judea, El Ancla, El Arca de Noé, Los Milagros de Jesús, Las Profecías de Jesús y el grupo “La Cruz”.



Sobre la Imagen:



En 1784 se le cambió la denominación a la Cofradía y pasó a llamarse del Señor Amarrado a la Columna, adquiriéndose entonces una bella imagen de Jesús que sustituyó al Cristo de los Valientes. A su vez en 1908 fue sustituida por la que actualmente se procesiona y de la cual celebramos este año su centenario. La anterior talla del Señor Amarrado a la Columna pasó a venerarse a la Iglesia-capilla de Ntra. Sra. De los Desamparados desapareciendo con el tiempo de allí.
La actual imagen fue realizada en los talleres valencianos de los hermanos Bellido, llegando a Puente Genil el 23 de marzo de ese año, siendo bendecida el nueve de abril en el exconvento de San Francisco y llevada procesionalmente el Domingo de Ramos de 1908 a la Iglesia de la Vera-Cruz para salir en la procesión del Jueves Santo de ese mismo año.
Iconográficamente se trata de una representación del redentor en el acto de flagelación, hallándose de pié con las manos atadas a una columna por un cordón que baja desde el cuello, en actitud mística  con piadosa mirada dirigida al cielo. En el hay que destacar las heridas de la espalda y el tratamiento del estofado en oro del paño de pureza ejecutado en la misma talla. Posee un excelente modelado, buena policromía y encarnadura y bien conseguidos los ensortijados cabellos, así como la rizada barba. Lleva el Señor potencias de plata sobredorada. Hay dos saetas cuarteleras que hacen referencia a este momento iconográfico que dicen así:

“Por cuantos golpes sufría.        “De la columna manchada
Ninguno llorar lo ha visto            con sangre del inocente
Y aquella columna fría                 brotó una rosa encarnada
Donde amarraron a Cristo            y una cristalina fuente
De pena se estremecía”.               Con el agua perfumada”.


Sobre el Paso:




La Sagrada Imagen Titular de la Cofradía se procesiona en medio de un magnífico, refinado y artístico templete abovedado que aloja al Señor, siendo una obra de arte elegante y delicada ejecutada en madera tallada y dorada en oro de 22 kilates, posiblemente de mediados del Siglo XVIII y de estilo Rococó. La autoría de dicho templete se atribuye al tallista lucentino Pedro de Mena Gutierrez, que por esa misma época hacía varios trabajos para Puente Genil, entre ellos en 1764 la Imagen de San Miguel de la Parroquia de Ntra. Sra. De la Purificación y para la Ermita de la Concepción en 1764 y 1766.
Consta de cuatro columnas salomónicas, que convinan con estípites en las bases, salpicadas de espejitos y profusa acumulación de elementos decorativos propia de la época dieciochesca. Sobre los capiteles de dichas columnas del templete se hayan otras tantas efigies de angelitos policromados que portan elementos pasionistas (lanza, tenazas, etc), siendo todo el admirable conjunto una gran joya del patrimonio de la Cofradía y de la Semana Santa de Puente Genil. Antiguamente la cúpula estaba rematada por un angelito.



En 1999 este templete fue restaurado por Jose M. Cosano, que reforzó las columnas en sus ensambles y espigas interiores que las sujetan, fue totalmente dorado, así como la peana, puso un remate en la cúpula y restauró y policromó igualmente los angelitos de las columnas a los cuales les añadió los símbolos pasionistas que llevan.
Antiguamente era llevado el paso a hombros sobre una sencilla parihuela de cinco varales. En la actualidad se hace por medio de tracción mecánica. En 1974 estrenó una artística cestería y respiradero ejecutado en madera tallada por el artista local Francisco Palos Chaparro y cuyo dorado se efectuó en 1985 en Madrid.
El paso se alumbra con cuatro  candelabros de metal dorado que a lo largo de los años se han ido modificando: acetileno, electricidad y actualmente cera.



Ampliación del Título de la Cofradía. Nuestra Señora de la Vera-Cruz.




Desde 1973 se denomina Cofradía de Nuestro Padre Amarrado a la Columna y Nuestra Señora de la Vera-Cruz, aprobándose sus Estatutos por el Obispado de la Diócesis en 1979. Desde 1974 la Imagen de Nuestra Señora de la Vera-Cruz se procesiona en un paso precediendo al del Señor, sin palio ni candelaria, sobre un risco donde va dispuesta una cruz tendida, tratándose de una Dolorosa barroca de gran mérito artístico, de candelero para vestir y de autor anónimo, presentando un excelente modelado en sus rasgos y en la expresión de su rostro, una mirada dulce y candorosa, así como unas admirables manos entrecruzadas. Fue bendecida la Imagen por el entonces párroco de Jesús Nazareno Don José María Campos Cisneros.
Desde 1974 a 1985 de procesionó arrodillada ante una cruz arbórea que iba tendida sobre un calvario. Pero en ese mismo año citado fue restaurada por el escultor Dubé de Luque en su policromía, fortaleciéndole a su vez todo el candelero y disponiéndole nuevo replanteamiento en la postura en el paso, disponiéndola entonces de pié. El paso se ilumina con cuatro faroles en sus esquinas y es llevada a hombros por bastoneros en cuatro varales.
Según la transmisión oral esta Dolorosa se veneraba antiguamente en la extinguida ermita de la Caridad. La Virgen para su salida procesional viste saya grana bordada en oro, manto azul en tisú de oro, tocado en encaje blanco donde lleva colocada una espada de dolor.
Una saeta cuartelera dedicada a Nuestra Señora de la Vera-Cruz, dice así:

“De hinojos ante la Cruz,
Llevas las manos cruzadas
Tu pensamiento en Jesús
Y tu alma traspasada,
Virgen de la Vera-Cruz”.


Sobre los Cultos y Otros:

La Cofradia celebra en la Iglesia de la Vera-Cruz, sedae canónica de la misma sus cultos principales, Triduo y Función de regla, en Honor y Gloria de sus Titulares en la cuarta semana de Cuaresma, culminando con la Solemne Función Religiosa del Domingo denominado de Pan y Peces. En Noviembre celebra Misa en Sufragio de los hermanos difuntos.
Posee la Cofradía, desde antiguo, campanita, bandera y estandarte. De su itinerario es de destacar la multitudinaria salida de la ermita de la Vera-Cruz el Jueves Santo en medio del fervor de una abigarrada multitud que se da cita en la placita delantera al Templo, la procesión por las calles Aguilar y Don Gonzalo, con el largo desfile de figuras bíblicas y del Imperio Romano, que al encontrarse este con el  Paso del Señor, su grupo de música interpreta el Miserere y al hacerlo con la Virgen hace lo propio con el Stabat Mater, y su encierro o recogida a altas horas de la madrugada en medio de toda su Hermandad que no cesa en cánticos, saetas y los clásicos Vivas.


-Texto extraído del libro conmemorativo del 450 Aniversario de la Cofradía-

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