jueves, 15 de marzo de 2012

Crónica de la cuarta subida "Diablo Mudo", por Andrés Pérez Mendoza

Os habla el hº Andrés P. Mendoza en esta Cuaresma que estamos viviendo del 2012, como bien ha comentado el hº Rafael Navas en su crónica del 2º, gracias al tesón y empeño del hº Manu Rodríguez en que esta bonita iniciativa no se pierda siempre desde el punto de vista personalísimo que cada hermano le damos a la vivencia de estas 7 subidas al Calvario.
Noche del 10 de Marzo, Cuaresma y Semana Santa serán medio-altas según los entendidos, salgo de casa algo apresurado tras vestirme a eso de las 21:15, pues he llegado hoy mismo a la Puente al mediodía, camino a mi cuartel (general) con paso firme y decidido y sobre todo presto, para echar una mano en el gran tercio de cocina de los novilleros Manolo´s Hurtado y Aguilar y un servidor en la alternativa. Dejando el símil taurino, la noche era magnifica; casi se podía ir en manga de camisa y lo que el cielo nos había regalado en forma de clima primaveral lo íbamos a aprovechar muy mucho en este Sábado ecuador de la Cuaresma.
Llego al grupo 8 minutos después bastante acalorado por la intensa caminata y son varios hermanos los que me saludan en la misma puerta del salón, y es que parecía sentían algún tipo de miedo en ocupar ese majestuoso espacio completamente baldío. El hº Antonio A. González no dejando su función de Tesorero en las 24 horas que dispone el día, me recordó o más bien me informó que estaba multado, a lo que le dije que por eso había llegado tarde (supuestamente, pues que yo sepa no hay hora oficial los sábados cuaresmales)…
Les pregunté a mis queridos Manolo´s si hacía falta poner algo o ayudar con alguna cosa y me dijeron que estaba controlado. Agradecer la gran labor de nuestros cocineros Ramona y Elías, que cuando llegamos cada sábado está la mesa reluciente solo para sentarse y también desde que el año pasado emprendimos nosotros mismos la labor de camarero, ayudan enormemente pues casi ninguno tenemos idea de servir.
Seguí saludando hermanos, no estábamos muchos, con gran alegría de ver a los hº José Márquez y Francisco Ruiz que cada uno por su motivo familiar, no lo han pasado bien las últimas fechas. Animo hermanos!!!
Entre los presentes no veía a mi querido hº Rafael Navas, Rafalin, el cual me había dicho al mediodía que el hermanito Diego Márquez de los Milagros lo invitó a su cuartel este Sábado, por lo que no estaría entre nosotros. Tampoco divisaba a nuestro Presidente, hº Luis F. Reina y como eran casi y media decidí llamarlo a ver donde andaba. Con voz poderosa le pregunte: "quillo donde estas, que aquí nadie se empieza una cerveza sin ti!"a lo que me dijo que estaba llegando. Luego nada más entrar le pedí perdón por llamarlo así y no como se merece todo hº.
Nos sentamos y ya se veía claro que iba a ser un Sábado cortito de hº y ningún invitado, pero tópicos aparte los presentes estábamos dispuestos a darlo todo por el buen disfrute que cada sábado se merece. No se me puede escapar que el hº Jesús Romero le echó narices y se levantó en la mesa para dirigirnos unas palabritas, muy bien hº. Llegué al acuerdo con mis hermanitos de servicio que ellos se encargaban de la mesa y la calle era cosa mía, así que me senté a la diestra de mi Presidente y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba degustando las ricas tapas y el fino oloroso. Con el hermano Jacinto a mi lado le echamos un vistazo a los Sagrados Evangelios y al comprobar su extensión y magnitud me autoproclamé orador entre nuestras dudas de saber cuántos habíamos leído antes y para darle relevo a este hº que ya lo había hecho otros Sábados.
Llegó el momento me levante, abrí las Escrituras y como cuando tengo que hablar en público alcé la voz todo lo que pude para que me escucharan hasta en el Pelicano e intenté darle el tiempo y la pausa que la Palabra de Dios requiere. No sé si fue por lo explicado o porque hablaba como correspondía constantemente del maligno que al terminar miré las caras de los hermanos y alguno ni parpadeaba de lo que le había calado semejante oración.
Seguía el tapeo y tímidamente entonábamos alguno de nuestros cantos coreados con alguna que otra cuartelera por medio, no muchas todo hay que decirlo. Miraba todo el rato el reloj para que no se me fuera la hora y es que no hay cosa que me dé más coraje que llegar tarde a los sitios y estaba dispuesto a emprender una marcha prusiana con el carrito del vino como bastón de mando para que mi grupo estuviera con puntualidad inglesa en cada una de sus paradas (al menos hasta llegar a Jesús). Le di un último sorbo a mi copa de vino, recordé a los hº que fueran terminando y me fui al botellero en busca de nuestro mejor aliado en la ardua tarea de subir a las cumbres del Calvario, amigo Montilla-Moriles. En estas y ya sin esperarlo aparece como en el es habitual y sin dejar indiferente a nadie, el hº Juan C. Pozo con ganas de recuperar los minutos perdidos. 8 botellas bien frías me jalonaban en mi periplo y refrescaban muy mucho a los hermanitos en las paradas. Puerta del grupo, esquina de Sol con Tintor, esquina de Tintor con Fernán Pérez, Casa del Pueblo siempre acompañada del único e original "Amargura y Humildad" (gracias hº Florencio), Vera Cruz para ver pasar a los Romanos, cuesta Amargura, abajo del Calvario viendo a los Ataos para culminar la subida en nuestra emblemática Puerta de los Dolores que Sábado tras Sábado y año tras año resiste todos los avatares para cuando se presenta el Ancla tenerle ese sitio tan especial reservado. Ya se habían derramado varias botellas de vino, como siempre bien aleccionado por el hº Antonio Ángel que me dio la justa medida de la uvita pontana y después de hacerle caso me expresó que haciéndolo así llegábamos al fin del mundo y los hermanos cada momento lo éramos mas y los cantos perdieron su vergüenza para adueñarse de estos momentos. Íbamos saludando a diferentes hermanos y amigos, que saben más que de sobra donde tienen que acudir para encontrar a la buena gente del Ancla, echando en falta una copa con mi hermanito Rafalin.
Todo el que llegaba era obsequiado con el fino Mananta y tras buen rato apalancados en ese sitio y a riesgo de quedarnos secos decidí que era el momento justo de empezar la bajada. La decisión no fue muy bien acogida y escasos 6 hermanos siguieron mis pasos, pero seguía firme en mi intención de llevar a mis hermanos a buen recaudo a una hora prudente. Parada al otro extremo inferior del Calvario y directos al cocherón al lado de los hermanitos de los Samaritanos al comienzo de la C\ Sol. En ese justo momento nos encontrábamos los hº Manolo Hurtado Baena, Manolo Aguilar, José Márquez, Luis F. Reina, José Borrego, Antonio Luque y un servidor cuando surgió espontáneamente nuestro himno más conocido y coreado, "Como a Luz" produciéndose un momento mágico por lo escaso de los hermanos y magistral de la interpretación pues, sin ofender a nadie, parecía que la Schola Cantorum nos hacia los coros.
Muy bonito y muy entrañable. Gracias hermanos por este instante único.
A continuación llegaron los hº Juan C. Pozo, Jacinto Morales, Francisco Ruiz, Jesús Romero y Antonio A. González (perdonad si he alterado el orden pero hasta ahí llega mi memoria). Comentamos a estos hº lo sucedido y fue acicate para que una tras otra las cuarteleras nos regalaran los oídos, martinetes incluidos que un servidor se atrevió a terminar.
Ultima escala en nuestro devenir de nuevo en la esquina de Sol con Tintor, apurando el vino que resistió los envites de la peregrinación y antes de entrar en el cuartel paso obligado por la aduana de la Bodega Delgado para adentrarnos en nuestra casa. Seguíamos animados por el buen momento del cocherón y cayeron unas cuantas cuarteleras más en el recibidor.
Ahora en el salón, retomábamos el protocolo de la mesa siempre bien dirigida por el hº Presidente, para bendecirla con sus sabias palabras por el hº Jacinto. Los hº Manolo´s se seguían bastando y sobrando para atendernos estupendamente y tras engullirnos un buen filetón con sus patatas y endulzarnos con unas naranjas picaditas del terreno, el hº Presidente pidió al hº Antonio Luque que levantara a la Vieja la 4ª pata de la cuaresma del 2012, para a continuación otorgarle tan grato recuerdo en forma de marco al hº Francisco Ruiz que los 2 Sábados anteriores no pudo estar con nosotros y que nos recordó que tenemos que valorar mucho cuando estamos aquí todos los Sábados pues hay hº que vienen muy poco por circunstancias y no se pasa del todo bien a los que tanto nos gusta nuestro cuartel.
Le firmamos la pata para que no olvide este gran sábado y empezamos a tomarnos unos refrigerios para bajar todo lo que le habíamos echado al buche; fue aquí en el momento justo cuando el hº Manolo Hurtado Guerrero decidió aparecer en su grupo, pero como dice el refrán nunca es tarde si la dicha es buena…
Ya estábamos en las 2 largas cuando vi conveniente retirarme a mi morada con mi compañera; era una hora prudente y las copas no hacían mucho daño en mi, así que cogido del brazo de mi hermanito Kiko nos fuimos juntos recordando anécdotas y curiosidades de este Sábado.
Termino este relato que siempre será largo, haciendo hincapié en las palabras que nos dirigieron en la mesa los hº Jesús Romero y Francisco Ruiz que cada Sábado es único, que no importa el numero de hº e invitados que estemos y que hay muchos otros que no pueden venir a su querido grupo en Cuaresma.
Espero veros el próximo sábado a todos los que podáis estar, para alzar mi copa y gritar
¡¡¡VIVA EL ANCLA Y LAS POSTRIMERÍAS!!!
Un fuerte abrazo de vuestro hermano Andrés Pérez.

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