Preparados desde las 11
de la mañana, puesto que teníamos la junta ordinaria del mes de Marzo, los
hermanos de la Conversión llegamos muy puntualmente a nuestro destino, y eso
que salimos no muy pronto de nuestra casa-cuartel, pero es lo que tiene tener
que dirigirse a la casa de arriba…eso sí, después de haber hecho un previo muy
competente en nuestro patio tomándonos la primera cervecita del día…la primera
de todas las que quedaban, que no fueron pocas.
Al llegar continuamos tomando algo, esta vez de marca más sevillana que
granadina...(Cruzcampo>Alhambra), tras lo que tomamos asiento y comenzamos a
degustar los primeros entremeses, que nos prepararon para la gran paella que
llegaría después de mano de nuestros queridos Dimas, y Muerte, y del gran
cocinero Francisco Ruiz (Kiko), y todo el séquito de pinches que le ayudaban y
que no tenían otro remedio que escuchar atentos sus temas relacionados con
protocolos de la realeza española acerca
de la forma de saludar, entre otros.
Durante el transcurso de
la comida fueron entonados lógicamente cuarteleras, cánticos mananteros y
también palabras de algunos de los hermanos de ambas corporaciones, pudiendo
recordar momentos del Regaito y de la pasada feria de 2012; nombrar también el
momento en el que el presidente del Ancla hizo entrega de la Pata del Sexto
Sábado de Pasión a nuestra corporación, algo que causó mucha emoción por parte
de algunos hermanos que se descompusieron un poco…y no del picante de los
platos de algunos, sino de la sorpresa.
Sin más, y tras los cafés
y dulces (con y sin lactosa) degustados después de la paella, se dio por
finalizado de forma oficial este acto de
hermandad y nos trasladamos automáticamente a la planta baja de nuestra casa-cuartel
para tomar algunas copitas hasta acabar con las botellas, habiendo disfrutado
de una intensa jornada de convivencia en la que por faltar, no faltaron ni
sevillanas, regalos, emociones, abrazos ni nada de nada; hermanos sí, pero al
estar en época de crisis, para una vez que se presenta una boda con su previa
despedida de soltero…hay que aprovecharla, y más si es en tierras malagueñas.
Hermanos, a seguir así y
espero que podamos celebrar muchas más
comidas entre ambas corporaciones, siempre y cuando ni trabajéis en el
Mercadona ni os llaméis rosa, porque para tener dos vecinos iguales…¡¡Viva la
Conversión de Dimas, las Postrimerías del hombre, y El Regaíto!!
Rafael Navas Rodríguez,
La Conversión de Dimas
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